viernes, 29 de octubre de 2010

MARCELINO CAMACHO, NICOLAS RODONDO...TANTO MONTA...

No le hubiese gustado a Marcelino Camacho todo este revuelo causado con su muerte. Tanto eco ha tenido su muerte, que la noticia alcanza en importancia a la reciente muerte del expresidente argentino Néstor Kirchner, él que toda su trayectoria personal y sindical lo hizo desde la prudencia y la discreción.

Este post no es un homenaje al compañero sindicalista que se nos fué. Viene a ser un reconocimiento a la labor sindical realizada por Marcelino Camacho al frente de CCOO, pero también al trabajo de Nicolás Redondo al frente de la UGT:

En mi casa, desde pequeño, siempre se ha respirado un ambiente político con el PSOE, y sindical con la UGT. Era hablar  de UGT y de Nicolás Redondo, e inmediatamente sacar en la conversación a CCOO y a Marcelino Camacho. Esa trayectoria sindical que llevaron ambos en la Transición, se remonta a más atrás en lo personal. Me explico:

Marcelino Camacho y Nicolás Redondo durante la dictadura, sufrieron persecución y fueron detenidos por sus actividades sindicales. Marcelino fue encarcelado en Carabanchel, y Nicolás desterrado a las Hurdes.

Con la llegada de la Democracia, los dos encabezaron desde las secretarías generales correspondientes, las políticas de ambos sindicatos. No siempre estuvieron de acuerdo en sus planteamientos, y algunos 1º de Mayo debido a esas divergencias, hicieron sus manifestaciones de celebración por separados.Las vinculaciones de estos sindicatos con sus respectivos partidos (UGT-PSOE, CCOO-PCE) hicieron que Redondo y Camacho alternaran sus puestos en los sindicatos, con los cargos de Diputados en el Congreso.

Ambos sindicatos en un primer momento fueron, sin abandonar su lucha sindical, auténticas filiales de los partidos PSOE y PCE. Lo que intentaron conseguir tanto Camacho como Redondo, fue una desvinculación progresiva de esos partidos, separando lo que eran los sindicatos y sus luchas en pos de los derechos de los trabajadores, de los partidos políticos con un espectro más amplio de actuación..

Lo consiguieron en parte, de hecho UGT, junto con CCOO les plantearon al gobierno socialista de González varias huelgas generales: 1988,1992, 1994. Camacho inauguró esa lista de huelgas generales con la de 1985.

Digo que lo consiguieron en parte, porque la marcha de estos dos sindicalistas de sus respectivos sindicatos fue debido a divergencias con el aparato del partido que aún en cierto modo, manejaban los hilos de los sindicatos. Redondo salió de UGT porque no estaba de acuerdo con los planteamientos económicos de González. Camacho, ya desde su puesto de presidente de honor de CCOO, tuvo diferencias con el nuevo dirigente Antonio Gutiérrez por el interés de éste en la disolución del PCE  para pasar a formar parte de la coalición IU.

Yo recuerdo, en mi postadolescencia y por mi fanatismo socialista, haber odiado a Marcelino por estar permanentemente en contra del gobierno socialista, mi gobierno. No entendía cómo un sindicato perteneciente a un partido de izquierda hostigaba a un gobierno de izquierdas cuando el enemigo era Manuel Fraga y AP. Mi indignación creció cuando Redondo, perteneciente a la camada socialista, también se unió a la lucha contra los gobiernos González (ya hemos hablado de las huelgas generales que convocaron).
Ahora ya entiendo que esa desvinculación que proponían los dos, era necesaria para desmarcarse de, como así se confirmó después, la pérdida de credibilidad de los partidos políticos.
No es exageración cuando alguien les llamó "padres del sindicalismo actual".

En una situación como la de ahora, con una crisis galopante, con un descrédito cada vez más acelerado de los partidos políticos y la clase política, la única tabla de salvación son los sindicatos. En una situación como la de ahora, con una crisis galopante y con ese descrédito de partidos y clase política, es cuando echamos en falta a dirigentes sindicalistas como estos dos..Con los nuevos dirigentes sindicales, son los trabajadors los que animan a los sindicatos a intervenir.. Con Marcelino y Nicolás no, eran ellos, los sindicatos lo que animaban, desde el convencimiento de sus planteamientos, a los trabajadores a la acción.


En una situación como la de ahora necesitamos de nuevos "Camachos" y "Redondos", y...yo no los veo.

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